En el Budismo, ¿qué tan importante es ayudar a otros?
El altruismo reside en el corazón de la tradición Budista. La germinación de la compasión es vista como una medida para la mente despierta. Las dos virtudes prominentes poseídas por el Buda fueron la sabiduría y la compasión. El Buda fue iluminado a través de la sabiduría y compartió su camino al despertar con otros a través de la compasión. En el Budismo, la sabiduría y la compasión son consideradas inseparables, como las dos alas de un águila.
El deseo de hacer a otros felices o de aliviarlos de su sufrimiento es una gema maravillosa de la mente humana. Pero para que los sentimientos nobles conduzcan a acciones efectivas, es necesaria la sabiduría. Las personas con buenas intenciones pero carentes de sensibilidad y respeto por aquellos a los cuales están determinados en ayudar, pueden causar más daño que bien. La arrogancia, la impaciencia, la vacilación, decir las cosas incorrectas, o decir las cosas correctas pero al momento inadecuado – existen muchos lapsos de juicio, demasiados defectos de carácter, que pueden sabotear los mejores esfuerzos de la más noble de las personas. Además, y posiblemente más importante, a veces las personas no quieren ser ayudadas o no están listas para ello.
El Buda enseñó que la maduración es todo. La persona sabia entiende que todos los seres son “poseedores de su kamma”. En expresar la compasión que fluye desde la sabiduría y es instruida por esta, el sabio trata de ayudar a otros cuando puede, nunca olvidando que no existe garantía de que sus esfuerzos serán exitosos. Como resultado, estos no se dejan enredar por la decepción, o la desesperanza cuando las cosas no funcionan. Si sus esfuerzos en ayudar a otros se ven frustrados, ellos se refugian en la ecuanimidad, listos a intentarlo nuevamente una vez las condiciones lo permitan.
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Fuente:
- Without and Within – Ajahn Jayasaro